🇨🇳 ¿Estás desilusionado con la «democracia»?
Intentemos explicar de forma concisa por qué la República Popular China representa una alternativa sólida frente a las «democracias liberales», sistemas en declive, ofreciendo un rayo de esperanza para quienes están desencantados.
La República Popular China es un Estado marxista-leninista que adapta estas teorías a la historia y las condiciones materiales de China.
Es decir, el famoso «Socialismo con Características Chinas».
¿En qué se basa esto? Vamos a resumirlo.
Según Marx, el socialismo es una herramienta, no un fin.
Es un modo de producción que facilita la transición desde el capitalismo, cuya existencia Marx nunca cuestiona, hacia el comunismo, una etapa última en la que las clases burguesa y proletaria dejan de existir como tales.
El principio fundamental es que la plusvalía, entendida como el excedente generado tras cubrir los salarios y amortizar los medios de producción, no debe destinarse al enriquecimiento del capitalista, sino a fortalecer el dominio político, económico, cultural y tecno-científico
En consecuencia, el marxismo-leninismo no se opone intrínsecamente a la propiedad privada, ni al empresariado. De hecho, en sus etapas iniciales, promueve que el proletariado se integre al servicio del capital con el propósito de impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas.
Artículo 1 de la Constitución de la R.P. China:
«La República Popular China es un Estado socialista bajo la dictadura democrática popular liderada por la clase obrera y basado en la alianza de obreros y campesinos.»
El proletariado chino logrará asumir el control de la
Asimismo, el proletariado chino, en este contexto, actuaría como propietario privado de los medios de producción y los recursos nacionales al excluir a otras nacionalidades de su control. Esto se deriva de la imposibilidad de que el capital y el proletariado escapen a la
El socialismo marxista no se reduce únicamente a la existencia de una burocracia extensa y poderosa, ni, cabe destacar, a la mera redistribución de la riqueza.
Más bien, consiste en la organización de la clase obrera en un Estado propio, a través de la estructuración directa de
El capitalismo occidental promueve sociedades desprovistas de identidad estatal y diluidas, mientras que el socialismo marxista defiende un Estado fuerte y cohesionado, liderado por una clase obrera patriótica y nacional que asuma el control de sus estructuras.
Este modelo aboga por la concentración del poder político en un Partido que represente al pueblo y fomente su progreso: en este caso, el Partido Comunista de China, inspirado en el concepto leninista del Partido de Vanguardia.
De este modo, la República Popular China ha logrado un desarrollo socioeconómico sin precedentes mediante un Estado robusto e indivisible, estructurado por la clase obrera —representada por el Partido Comunista de China, con 100 millones de miembros— y destinando la plusvalía a
Cuando vemos una ciudad como Chongqing, futurista, vemos algo más cercano al comunismo, estado final sin clases sociales: el comunismo no es pobreza.
El socialismo falso occidental, que funciona como simple gestor del capitalismo realmente existente, sí lo es.
—Las principales empresas chinas son de propiedad estatal.
—Las compañías más innovadoras operan bajo modelos cooperativos, como es el caso de Huawei.
—La empresa privada existe, pero está subordinada a los planes quinquenales y a los mecanismos de distribución establecidos.
En este sistema, el ciudadano no está supeditado al mercado; por el contrario, es el mercado el que se encuentra subordinado al objetivo de promover el avance de las relaciones sociales y productivas del Estado.
Enriquecerse es glorioso, pero se considera aún más meritorio
En contraste, las sociedades occidentales experimentan un proceso de disolución estructural significativa.
La plusvalía en Occidente se encuentra predominantemente bajo el control de los capitalistas, mientras que los gobiernos y la clase política operan, en gran medida, como
Asimismo, se observa una promoción activa de agendas globalistas que buscan debilitar la soberanía de los Estados nacionales.
En este contexto, la corrupción se encuentra profundamente institucionalizada, manifestándose a través de mecanismos como los «lobbies», los
🇪🇸 España se configura como un Estado pos-soberano, caracterizado por una marcada pérdida de autonomía en múltiples dimensiones: carece de soberanía monetaria, al estar supeditada al Banco Central Europeo; de soberanía legislativa, dado que más del 70% de las directivas provienen
En este contexto, el ciudadano se reduce a un rol de consumidor, un individuo atomizado y desprovisto de apoyo estructural, abandonado a su propia suerte.
Esta situación no es exclusiva de España, sino que se replica en otros países, como México, Argentina o Perú, donde las
Así, 🇨🇳China nos ofrece una lección histórica y debe ser estudiada.
Una vez que hemos resumido el marco general, ¿cómo funciona operativamente la República Popular China?
Debemos, ahora, comprenderlo e imitar lo que nos interese. Y siempre salvando las distancias. Porque
El PCCh es hoy la organización política de vanguardia.
Crear nuestro propio «Socialismo con Características Hispanas» es la solución a la pobredumbre política, moral, material y social que nos ofrece la democracia liberal, lanzadera del capitalismo depredador.
Luchemos juntos.
🇨🇳 ¿Estás desilusionado con la «democracia»?
Intentemos explicar de forma concisa por qué la República Popular China representa una alternativa sólida frente a las «democracias liberales», sistemas en declive, ofreciendo un rayo de esperanza para quienes están desencantados. La República Popular China es un Estado marxista-leninista que adapta estas teorías a la historia y las condiciones materiales de China.
Es decir, el famoso «Socialismo con Características Chinas».
¿En qué se basa esto? Vamos a resumirlo. Según Marx, el socialismo es una herramienta, no un fin.
Es un modo de producción que facilita la transición desde el capitalismo, cuya existencia Marx nunca cuestiona, hacia el comunismo, una etapa última en la que las clases burguesa y proletaria dejan de existir como tales. El principio fundamental es que la plusvalía, entendida como el excedente generado tras cubrir los salarios y amortizar los medios de producción, no debe destinarse al enriquecimiento del capitalista, sino a fortalecer el dominio político, económico, cultural y tecno-científico En consecuencia, el marxismo-leninismo no se opone intrínsecamente a la propiedad privada, ni al empresariado. De hecho, en sus etapas iniciales, promueve que el proletariado se integre al servicio del capital con el propósito de impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas. Artículo 1 de la Constitución de la R.P. China:
«La República Popular China es un Estado socialista bajo la dictadura democrática popular liderada por la clase obrera y basado en la alianza de obreros y campesinos.»
El proletariado chino logrará asumir el control de la Asimismo, el proletariado chino, en este contexto, actuaría como propietario privado de los medios de producción y los recursos nacionales al excluir a otras nacionalidades de su control. Esto se deriva de la imposibilidad de que el capital y el proletariado escapen a la El socialismo marxista no se reduce únicamente a la existencia de una burocracia extensa y poderosa, ni, cabe destacar, a la mera redistribución de la riqueza.
Más bien, consiste en la organización de la clase obrera en un Estado propio, a través de la estructuración directa de El capitalismo occidental promueve sociedades desprovistas de identidad estatal y diluidas, mientras que el socialismo marxista defiende un Estado fuerte y cohesionado, liderado por una clase obrera patriótica y nacional que asuma el control de sus estructuras. Este modelo aboga por la concentración del poder político en un Partido que represente al pueblo y fomente su progreso: en este caso, el Partido Comunista de China, inspirado en el concepto leninista del Partido de Vanguardia. De este modo, la República Popular China ha logrado un desarrollo socioeconómico sin precedentes mediante un Estado robusto e indivisible, estructurado por la clase obrera —representada por el Partido Comunista de China, con 100 millones de miembros— y destinando la plusvalía a Cuando vemos una ciudad como Chongqing, futurista, vemos algo más cercano al comunismo, estado final sin clases sociales: el comunismo no es pobreza.
El socialismo falso occidental, que funciona como simple gestor del capitalismo realmente existente, sí lo es. —Las principales empresas chinas son de propiedad estatal.
—Las compañías más innovadoras operan bajo modelos cooperativos, como es el caso de Huawei.
—La empresa privada existe, pero está subordinada a los planes quinquenales y a los mecanismos de distribución establecidos. En este sistema, el ciudadano no está supeditado al mercado; por el contrario, es el mercado el que se encuentra subordinado al objetivo de promover el avance de las relaciones sociales y productivas del Estado.
Enriquecerse es glorioso, pero se considera aún más meritorio En contraste, las sociedades occidentales experimentan un proceso de disolución estructural significativa.
La plusvalía en Occidente se encuentra predominantemente bajo el control de los capitalistas, mientras que los gobiernos y la clase política operan, en gran medida, como Asimismo, se observa una promoción activa de agendas globalistas que buscan debilitar la soberanía de los Estados nacionales.
En este contexto, la corrupción se encuentra profundamente institucionalizada, manifestándose a través de mecanismos como los «lobbies», los 🇪🇸 España se configura como un Estado pos-soberano, caracterizado por una marcada pérdida de autonomía en múltiples dimensiones: carece de soberanía monetaria, al estar supeditada al Banco Central Europeo; de soberanía legislativa, dado que más del 70% de las directivas provienen En este contexto, el ciudadano se reduce a un rol de consumidor, un individuo atomizado y desprovisto de apoyo estructural, abandonado a su propia suerte.
Esta situación no es exclusiva de España, sino que se replica en otros países, como México, Argentina o Perú, donde las Así, 🇨🇳China nos ofrece una lección histórica y debe ser estudiada.
Una vez que hemos resumido el marco general, ¿cómo funciona operativamente la República Popular China?
Debemos, ahora, comprenderlo e imitar lo que nos interese. Y siempre salvando las distancias. Porque El PCCh es hoy la organización política de vanguardia.
Crear nuestro propio «Socialismo con Características Hispanas» es la solución a la pobredumbre política, moral, material y social que nos ofrece la democracia liberal, lanzadera del capitalismo depredador.
Luchemos juntos.